Desarrollo de lenguaje en tiempos de distanciamiento social

Desde hace ya varios meses nos encontramos enfrentando una situación absolutamente extraordinaria, llena de estresores, incluyendo factores económicos y de salud que, consecuentemente afectan la salud socioemocional de muchas familias a nivel mundial.

Algunas familias en particular han tenido que enfrentar la realidad de no poder satisfacer las necesidades de sus hijos como habitualmente lo hacían. Muchas familias con niños que se encontraban inmersos en programas de intervención terapéutica, han tenido que suspender dichos servicios; otras familias con hijos que se encuentran en momentos críticos de su desarrollo, han sufrido el impacto de estos meses de distanciamiento social. Una de las principales preocupaciones es el desarrollo del lenguaje y habilidades comunicativas. La búsqueda de estrategias para favorecer el desarrollo del lenguaje desde los hogares, se ha convertido en un motivo de consulta frecuente en durante el confinamiento.

Una de las tendencias más frecuentes durante la cuarentena, y que mayor impactan el desarrollo del lenguaje, es la exposición frecuente a aparatos electrónicos. Ya sea por necesidad o comodidad, este recurso ha privado a los niños del aspecto fundamental para su desarrollo comunicativo: la interacción directa con quienes le rodean y un contexto rico en oportunidades para comunicarse. Estar delante de una pantalla priva al niño de enfrentarse a situaciones de la vida cotidiana en la cual requiera comunicarse, afectando su intención comunicativa, la cual representa un precursor vital en la aparición del habla. De igual modo, el uso frecuente de estos aparatos disminuye su exposición a la entonación natural y melodía de la voz humana, la cual se ha comprobado es usada por los niños para descifrar las unidades del lenguaje.

Además de una considerable disminución en el uso de aparatos electrónicos, algunas sugerencias que podrían contribuir al desarrollo de lenguaje durante estos momentos de distanciamiento social, se enumeran a continuación:

  • Aumento significativo de los momentos de interacción directa entre los miembros de la familia. Ningún recurso es más poderoso que el contacto directo y la comunicación significativa con seres queridos. Disponer de al menos 20 minutos diarios para conversar en un contexto de juego o simple descanso, es de vital importancia para el desarrollo del lenguaje.
  • Lectura de cuentos y conversación acerca de los personajes favoritos, la trama, etc.
  • Llevar a cabo pequeñas tareas en el hogar de manera conjunta. Desde preparar una receta hasta ayudar a separar la ropa sucia, resulta idóneo para exponerles de manera concreta y significativa a nuevo vocabulario y formas de expresión.
  • Aprender canciones, rimas y trabalenguas favorecen las habilidades metalingüísticas.
  • Juegos orales como “Simón dice” favorecen las habilidades comprensivas y el seguimiento de instrucciones. Podemos utilizar instrucciones tan complejas como lo permita la edad del niño.
  • Para niños mayores, los juegos de mesa representan una excelente oportunidad para poner en práctica una comunicación efectiva en la cual requieren respetar los turnos, llegar a acuerdos, seguir reglas, y otros aspectos que inciden sobre su desarrollo del lenguaje.
  • Si resulta inevitable el uso de la tecnología, debemos ayudar al niño a entender que no hay una relación exclusiva y directa con el aparato electrónico. Esto puede contrarrestarse al hablar con los niños acerca de lo que están viendo o realizando en ese momento.

Lo realmente importante en estos momentos es mantener un actitud positiva, creativa y proactiva, aprovechando cada momento en casa para favorecer la cercanía y la comunicación entre todos los miembros de la familia. Las herramientas para el desarrollo de lenguaje están ahí en nuestro hogar, es sólo cuestión de aprovecharlas e integrarlas en momentos de interacción.

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