La zona de confort es un estado psicológico en el que nos sentimos ¨seguros¨, como un espacio donde está cerca de lo conocido, donde no experimentamos miedos ni ansiedad ya que no asumimos riesgos, pero tampoco crecemos.
Nos atrapa la comodidad y en especial el miedo al cambio, a experimentar lo nuevo.
A continuación, algunas señales que anuncian que debemos salir de nuestra zona de confort:
- Sentimos apatía y desinterés que impiden que crezcamos emocional e intelectualmente.
- No nos motivan ni los planes, ni los proyectos y mucho menos intentar cosas nuevas en áreas distintas de nuestra vida.
- La procastinacion se vuelve parte de nuestro día a día.
- Tenemos una sensación de aislamiento de la sociedad.
- Vivimos una sensación de tristeza y soledad.
Al trabajar en salir de nuestra zona de confort comenzamos a tomar conciencia de nuestros miedos y nuestras barreras mentales, de nuestros pensamientos limitantes. Si bien es cierto no es una tarea sencilla y es muy importante para lograrlo identificar nuestras redes de apoyo, involucrarles en el proceso y encarar el miedo para terminar lanzándonos.
Velando por nuestra paz y salud mental muchas veces parte de este proceso es buscar ayuda terapéutica.
¿Qué logramos al dar un salto fuera de nuestra zona de confort?
- Nos haremos más fuertes.
- Ganaremos confianza en nosotros mismos.
- Creceremos como persona.
- Viviremos nuevas experiencias.
» Zona de confort: cuando me quieras encontrar, te espero al otro lado del caos, lejos de tu comodidad » – Juan Zengaro