¿Puede mi bebé usar un andador?

Puede mi bebe usar un andador

Como terapeuta ocupacional, muchas madres se han acercado a mí con esta pregunta.

La respuesta es simple y rotunda: NO.

Lo primero que este artefacto hace por nuestros bebés es ralentizarles el desarrollo motor en general.

  • Para alcanzar los hitos del desarrollo esperados, un bebé debe atravesar diferentes etapas: primero debe sentarse, luego comenzar a gatear, luego ponerse de pie y por último alcanzar a dar sus primeros pasos. Lo que ocurre en gran porcentaje de los casos es que con el andador se saltan la mayoría de estos pasos, lo cual afecta el desarrollo motor adecuado del bebé.

 

  • Otra gran desventaja es que con el andador es imposible que el bebé balancee los brazos al caminar, lo cual es una habilidad indispensable para entrenar la coordinación y es aquí donde se entrena o se favorece el movimiento biomecánico que se necesita para tener una buena pisada.

 

  • Se retrasa el inicio de la marcha. Aunque parezca contradictorio esto ya está comprobado científicamente. Un estudio realizado por The British Medical Journal comparó el tiempo que tardaban los bebés en aprender a caminar y que habían utilizado un andador con otro grupo que nunca lo había utilizado. Los resultados de este estudio demostraron que los niños que utilizaron el andador tardaron un total de 57 semanas para empezar a mantenerse en pie, mientras que los que nunca lo utilizaron tardaron sólo unas 52 semanas. También se demostró en este estudio que los niños que no usaron andador mostraban un mejor equilibrio y una mejor coordinación al caminar.

 

  • Afectan el área motora cerebral. El cerebro envía señales a los músculos para que el bebé logre la bipedestación y comience a gatear, y más adelante, a andar. Lo que ocurre cuando se usa el andador es que las manos del bebé apenas se mueven y la pisada es mucho más ligera o alzada, y esto provoca que los estímulos no lleguen adecuadamente al cerebro, afectando el desarrollo del patrón cruzado, que es la función neurológica que permite la adecuada coordinación y equilibrio al caminar. En adición a esto, estar dentro del andador provoca que el bebé desarrolle una percepción del espacio muy limitada, lo cual afecta el desarrollo de otras funciones cognitivas.

 

  • La Asociación Española de Pediatría recomienda evitar su uso, al menos hasta que el niño haya aprendido a valerse por sí mismo. En otras palabras, cuando ya no lo necesite.
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