Muchos padres esperan con ansias el momento en el que sus hijos le llamen «mamá» y «papá», e incluso esperan ese día en que sus pequeños puedan contarles cómo les fue en el colegio o en casa de los abuelos. Para algunos, esta emoción se convierte en angustia, ya que esas primeras palabras tan esperadas tardan en aparecer y los padres se preguntan: ¿es normal que mi hijo(a) no hable al cumplir los dos años?
Es importante recordar aquella frase ampliamente usada por educadores y psicólogos «cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo» la cual, sin duda, se aplica al área del lenguaje. Sin embargo, los padres no deben descuidarse en cuanto a la aparición de hitos y el dominio de ciertas habilidades en el desarrollo de sus hijos, de modo que se pueda prevenir o atender a tiempo cualquier dificultad que surja.
Volviendo a la pregunta inicial de si es «normal» o no que a los dos años el niño no hable, conviene conocer cuál es el desarrollo esperado para dicha edad planteado por diversos especialistas en el área y utilizarlo como marco de referencia al valorar el lenguaje de sus hijos. A partir de ahí, se podrá determinar si es pertinente una evaluación logopédica.
Un niño de dos años debe:
- Tener un vocabulario promedio de unas 50 palabras. No necesariamente con correcta articulación, MAS sí una relación exclusiva entre la palabra y el objeto (a la leche siempre le dice «eche»).
- Utilizar frases de dos palabras: «mamá ven», «bebé come».
- Seguir instrucciones de al menos dos pasos. «Busca el teléfono y dámelo»
- Identificar objetos de uso común, tanto cuando están presentes como cuando no (animales, partes del cuerpo, juguetes, artículos del hogar, etc)
- Identificar y nombrar partes del cuerpo.
Existen algunas señales de alarma que también resultan útiles al valorar el lenguaje del infante:
- Prefiere comunicarse con gestos en lugar de vocalizaciones. No hace esfuerzos por verbalizar sus deseos o necesidades.
- Tiene dificultad para imitar sonidos o palabras.
- Le cuesta comprender peticiones verbales simples.
- No genera ninguna palabra espontáneamente y se limita a imitar o repetir.
Si aún su hijo no habla de acuerdo a lo esperado, algunas sugerencias para estimular la aparición del lenguaje se enumeran a continuación:
- Lea cuentos y comparta canciones y rimas.
- Aproveche situaciones de la vida cotidiana para favorecer la comunicación e interacción con su hijo.
- Describa acciones rutinarias al niño, como el momento del baño o de vestirlo. «Mamá te va a lavar las orejas con la esponja, muy suavemente…»
- Utilice un lenguaje rico, claro y correcto para comunicarse con el niño.
- No olviden que el lenguaje se aprende en gran medida por imitación, y que ustedes, los padres, son el principal modelo de sus hijos. Ofrecer un ambiente rico en estímulos debe ser el primer paso para incentivar la aparición del lenguaje.