La práctica del yoga durante el embarazo se hace cada vez mas popular. Combinada con un ejercicio cardiovascular, como caminar, el yoga es una manera ideal de mantenerte en forma durante el embarazo. Pero el yoga durante el embarazo ofrece mucho más que forma física. Más allá de tonificar tus músculos y mejorar tu equilibrio y tu circulación, el yoga te enseña técnicas de respiración y relajación que te serán de gran utilidad durante tu labor de parto; te ayuda a conectar más profundamente con tu bebé y te ofrece un espacio para compartir con otras embarazadas.
En un artículo publicado en su pagina Web, el reconocido centro de salud e investigación estadounidense Mayo Clinic, confirma que “además de relajarte y mantenerte en buena forma física, el yoga prenatal puede ayudar a prepararte para la labor de parto y contribuir al bienestar de tu bebé”.* Entre los beneficios del yoga prenatal avalados por estudios citan los siguientes:
- Mejora la calidad del sueño
- Reduce el estrés y la ansiedad
- Aumenta la fuerza, la flexibilidad y la resistencia de los músculos utilizados durante el parto
- Disminuye el dolor de la espalda baja, la nausea, el síndrome de túnel carpal, los dolores de cabeza y mejora la respiración
- Disminuye el riesgo de una labor de parto prematura, la hipertensión provocada por el embarazo y la restricción de crecimiento intrauterino – una condición que retarda el crecimiento del bebé
- El yoga prenatal también ayuda a relacionarse con otras embarazadas y a prepararse para los retos de la maternidad
Para practicar yoga prenatal no es necesario haber practicado yoga antes. Antes de comenzar debes obtener la aprobación de tu médico. Si no has practicado antes, se recomienda iniciar las clases a partir de las 14 semanas. Si ya practicabas antes de tu embarazo y el embarazo es saludable, puedes continuar tu práctica haciendo las modificaciones recomendadas por tu maestra.
Una sesión típica de yoga prenatal incluye posturas y estiramientos suaves dirigidos a fortalecer y flexibilizar tu cuerpo en general – muy especialmente la espalda y las caderas – y ejercicios de respiración y de relajación profunda que te enseñarán a dirigir la atención hacia el interior y a descansar el sistema nervioso – propiciando una relación más profunda con tu bebé . Recuerda que tu bebé experimenta el mundo y las emociones a través de ti. Relajando tu sistema nervioso, el suyo también se relaja.
Para estar segura que recibirás todos los beneficios mencionados anteriormente, es muy importante buscar una maestra con experiencia y que esté certificada para enseñar yoga prenatal. Idealmente esa maestra debe tener conocimientos y experiencia en los procesos del embarazo y el parto para enriquecer la clase con elementos que te ayuden en preparación al parto. Es apropiado pedir que se te permita observar o probar una clase antes de formalizar una inscripción.
No importa como des a luz, lo aprendido en las clases de yoga prenatal siempre te será de gran utilidad. Si deseas tener un parto natural, las clases te reforzarán la confianza en ti misma y podrás utilizar muchas de estas posturas, la respiración y la relajación para manejar las contracciones durante la labor de parto. Si no es posible un parto natural, estas técnicas te serán útiles para sobrellevar todo el proceso de la intervención médica y a manejar las molestias post parto desde un lugar más consciente y sereno.
