Existen distintas motivaciones que pueden llevar a la pareja a tomar la decisión de no procrear. Resaltando aquí que el tener hijos es una decisión, la cual debe hacerse de forma consciente y responsable. Lamentablemente, con frecuencia la sociedad tilda de inmaduras, egoístas e incompletas, a aquellas personas que no desean tener hijos.
Muchas personas desde temprano, identifican que simplemente no están interesados en vivir esta experiencia. Esto no significa tener algo contra los niños, sino que no tienen interés de asumir esta decisión. Otros quizás son movidos, por experiencias infantiles difíciles, dolores que no han logrado sanar, por lo que les acompaña el temor a repetir un patrón disfuncional. Algunas personas reconocen no tener, ni estar interesadas en desarrollar destrezas parentales necesarias para la crianza. En algunos casos, una de las razones va ligada con las implicaciones personales, emocionales, económicas y sociales que conlleva tener un hijo.
¿La pareja puede llegar a un consenso entre ambos?
Este es un tema complejo porque cuando uno de los miembros de la pareja siente la necesidad de procrear y el otro no, ambas posturas no compaginan y no es un punto sencillo de negociar. Al final esta negociación implicaría que una de las partes renuncie completamente a su deseo y asuma de forma madura y responsable el aceptar la postura del otro como válida.
¿Cuánto puede durar una relación así?
Esto dependerá de las fortalezas de la pareja y sobre todo, si realmente logran un acuerdo donde ambas partes se sientan satisfechas. Esto porque en ocasiones alguien puede ceder, pero en el interior estar viviendo la molestia de haber tenido que renunciar a su postura. Lo cual no favorecerá ni en la relación de pareja, ni en la relación con el bebé si deciden tenerlo.
¿Qué pasaría si una mujer queda embarazada sin que su pareja esté de acuerdo, pueda la otra parte aceptar esa decisión de la cual no fue partícipe?
Puede que lo acepte y puede que no. Ahí nuevamente influyen muchas variables, como las fortalezas de la pareja, la personalidad de cada uno, la capacidad de flexibilidad y sobrepasar los momentos de crisis, y la apertura a vivir el proceso de sanación y perdón necesarios para aceptar su nueva realidad.
¿Existen algunas alternativas para que los padres sustituyan esa etapa, ejemplo la adopción de una mascota
El tener hijos no es una etapa, es una decisión, es parte de un proyecto de vida. No es algo que se pueda sustituir o reemplazar con otro ser vivo o con un nuevo plan. Es necesario que aquella persona que renunció a sus deseos de procrear, se dé el permiso de vivir su duelo y sanar.
¿Existen terapias para remediar este conflicto?
Existen terapias tanto de pareja como individual, que pueden ayudar a enfrentar y buscar solución al conflicto personal o relacional que estén viviendo.
Recomendaciones para afrontar la problemática
- Mantener una comunicación abierta y honesta.
- Aceptar y respetar la libertad de cada uno para decidir.
- Evitar obligar, manipular o culpar al otro por no pensar igual.
- Buscar ayuda externa.
