Niños Respetuosos, ¿Cómo Logarlo?

nños respetuosos

Educar no es una tarea que se aprende en la universidad, o en los libros, o en internet (aunque bien es cierto que podemos encontrar muchos recursos en ellos que orientan y guían a los padres).

Educar, desde el rol de padres, es una práctica constante de vivir en armonía con lo que se dice y lo que se hace, basada en respeto, amor, aceptación, y muchos otros valores más que varían de familia en familia.

Los niños aprenden más de lo que ven y experimentan día a día, que de lo que se les dice. Por tanto, se educa con el ejemplo.

Un padre no se sienta con su hijo una hora al día y dice: “ahora te voy a educar”. Contrario a la enseñanza que reciben los niños y adolescentes en el colegio, que sigue un  horario y un currículo, la educación que viene de los padres y la familia es 24/7.

No hay una clave secreta para educar niños respetuosos, que no discriminen a los demás por su color de piel, por su religión, por sus capacidades o discapacidades físicas e intelectuales. Es tan sencillo como modelarles respeto y aceptación por los demás sin hacer juicios ni poner condiciones, tomando siempre conciencia de nuestra calidad de seres humanos, en la que todos valemos lo mismo.  Igual o más importante es, como padres, respetarse y aceptarse a sí mismos, su realidad, sus relaciones, su situación laboral y económica, sus bienes (considerando que aceptar no significa conformarse y dejar de trabajar por lograr su mayor potencial).

Ahora la tarea de educar no resulta tan sencilla, ¿verdad? Como adultos, nos resulta difícil aceptar, respetar y no juzgar.  Puede ser que sean padres muy amorosos y comprometidos con la educación y bienestar de sus hijos y su familia, pero que, sin malicia, hagan comentarios frecuentes como alguno de estos:

  • Pero qué gorda está! Debería ponerse a dieta.
  • ¡Qué imprudente, tenía que ser un moreno!
  • Y qué tendrá ese niño? Hace cosas muy raras.

Y así, en la rutina diaria, de camino al colegio, a la hora de la comida, de paseo,  los niños escuchan comentarios como éstos, de dónde sacan la información para discriminar.

Para educar niños respetuosos, necesitamos vivir sin prejuicios, enfocados en disfrutar las situaciones y oportunidades que se presentan cada día, evitando las quejas, buscando soluciones a los problemas y siendo agradecidos.

Entonces, ¿cómo cambiamos esos prejuicios con los que hemos crecido y van creciendo nuestros niños?

  • En primer lugar, no juzgar. Fácil de decir, difícil de lograr, pero con práctica se puede conseguir y establecer como forma de pensar. Cada vez que identifiques un juicio en tu hijo, convérsalo. No diciendo “no digas eso”, sino racionalizándolo juntos, hasta que el niño pueda entender que no tiene argumentos, ni derecho para expresarse de esa forma, y que no obtiene nada positivo de ello.
  • Aceptar, ayudar, amar, agradecer. De esta forma no quedará ni tiempo, ni espacio para hacer juicios y discriminar.
  • Enfocarse en lo positivo y constructivo y evitar lo negativo.
  • Disfrutar la vida cada día, sin esperar para ser feliz.

 

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