Memoria y Retención en los Niños: ¿Cómo Detectar los Problemas en el Aula?

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Con su memoria,  los niños pueden darle sentido a los hechos que tienen lugar en sus vidas cotidianas y pueden relacionarse con las personas con quien están en contacto cada día. La memoria juega un papel primordial en la vida de todo ser humano. En la vida de los niños, la memoria está estrechamente ligada con el aprendizaje. Al aprender adquirimos información, la memoria es como nosotros almacenamos la investigación adquirida.

La memoria se divide en distinto tipos de memoria: La memoria operativa, también llamada memoria de trabajo,  se refiere a la habilidad que tenemos para guardar y manipular información por determinados períodos de tiempo para realizar una tarea o ejecutar una actividad. La memoria operativa es esencial para la adquisición de conceptos académicos nuevos y para retenerlos.

Hay niños que experimentan dificultades en el salón de clases ya que no logran relacionar y retener las experiencias educativas ofrecidas en el aula. Este fenómeno conduce a su vez a la desmotivación y la indisciplina de los niños que lo experimentan. Estos niños de seguro están experimentando problemas con la memoria operativa.

 ¿Cómo detectar los problemas de retención de los niños dentro del aula?

 Niños con dificultades en la memoria operativa pueden presentar algunos de los siguientes comportamientos en el aula  de clase:

  • Su progreso académico es lento.
  • Olvidan las instrucciones con facilidad.
  • Fallan en la realización de actividades que exigen almacenamiento y procesamiento simultáneo, en matemáticas, por ejemplo, presentan fallas en la aritmética mental, les resulta más fácil utilizar los dedos u objetos manipulables como bloques para contar.
  • No son capaces de  ejecutar  tareas complejas, por ejemplo, al copiar  estos niños tienden a escribir letra por letra en vez de hacerlo por palabras o por secciones de texto porque no alcanzan a almacenar suficiente  información mientras escriben y presentan errores como omisiones, sustituciones o repeticiones de palabras.      
  • No retienen los aprendizajes a largo plazo.
  • Participan poca en clase.
  • Simplifican las tareas utilizando mecanismos automatizados, por ejemplo, en la práctica de la ortografía prefieren copiar las palabras mientras las están viendo y no utilizan otras estrategias como aplicación de reglas de ortográficas previamente trabajadas.      
  • Parecen presentar problemas atencionales.
  • No monitorean sus propios trabajos académicos.

¿Qué podemos hacer?

El primer paso que debemos dar es: promover la motivación y la atención en los niños para lograr que recuerden las cosas aprendidas¿Quién olvida “fácilmente” un momento especial de sus días? A nuestros niños, a diferencia de lo que piensan algunas maestras, sí les interesan las clases. Los niños hacen un esfuerzo irreconocible por controlar su cuerpo y estar al “nivel” del curso. Los padres y los profesores deben de hacer un esfuerzo por lograr que los conceptos aprendidos tengan una conexión emocional o a experiencias de sus vidas diarias.

  • A continuación unos elementos que podrían ser de gran ayuda para ejercitar la memoria:
  • Enfatice la importancia  del orden en las actividades diarias, esto promoverá que los niños mantengan su atención  a todas las actividades.
  • Estimule el aprendizaje y la activa participación de los niños promoviendo laconfianza en sí mismo y su capacidad para lograr su aprendizaje, así como la integración y participación en el ambiente familiar pues se ha comprobado que se recuerda más fácilmente cuando el niño explora y encuentra una respuesta, que cuando simplemente la escucha de un adulto.
  • Otra recomendación es llevar al aula información sobre el mundo real que interese a los alumnos y despierten su curiosidad tales como: ferias científicas, avances en aparatos tecnológicos y hasta su implementación para trabajar en el aula.
  • Dele la información por secciones, para que la aprenda de forma secuencial y sea más fácil de retener.
  • Jueguen juegos de mesas que estimulen la memoria como “Memory”, el juego electrónico “Simón”, entre otros.
  • Proporcione a los niños oportunidades de evaluar sus propios logros. Pregúntele a los niños lo que ellos piensan de su trabajo, en lugar de decirles su opinión acerca del trabajo elaborado.
  • No use recompensas excesivas, porque las recompensas tienden a socavar las habilidades del niño de valorar sus propios esfuerzos. Las alabanzas y las recompensas se deben basar en su esfuerzo y persistencia en vez de basarse en el logro mismo.
  • Felicite al niño cuando se esfuerce en recordar, ¡Qué bien lo hiciste, ni yo recordaba de esa información  tan importante!
  • No los regañe ni les diga cosas como “es el colmo que no te acuerdes” o “en qué mundo vives”. Mejor motívelos a recordar.

¡Hagamos que recuerden cada día lo especial que es!

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